¿QUIÉN ES LA VARIABLE? Romanos 11:29 revela que: “Porque irrevocables son los dones y el llamamiento de Dios.” Por lo tanto, el Señor no es el que viene y se va en tu vida. En algunas ocasiones, tú percibes Su presencia, Su unción, Su gozo, y otros beneficios que provienen de Él con mayor intensidad, sin embargo, no es Dios el que da y luego se aleja de ti. Muy pocas personas comprenden esto.
La mayoría de los creyentes bombardean el cielo, gritando: “Dios mío, ¿qué está mal? Por favor impacta mi vida otra vez. Quiero algo nuevo de Ti. Señor, ¡por favor ven y haz algo nuevo en mi vida hoy!” Cuando tú oras de esa manera, estás insultando a Dios. Estás suponiendo que cada vez que te sientes sin entusiasmo y vacío cada vez que dejas de sentir paz, gozo, o lo que sea, Dios es el que se alejó de ti. ¡No es verdad!
La enseñanza popular hoy insinúa que la razón por la que no estás experimentando el amor de Dios, Su paz, Su gozo, etc., es porque has hecho algo para molestarlo. Por lo tanto, se centra en lo que puedes hacer para “satisfacer” a Dios y hacer que Su poder vuelva a fluir en tu vida una vez más. Esto nunca es así porque el Señor nunca se ha alejado de ti.
Dios nunca es la variable; eres tú. Así que todo lo que voy a compartir se centra en cómo te puedes arreglar a ti mismo. Ésta no va a ser una lección sobre cómo bombardear las puertas del cielo y “obligar” a Dios a que haga algo. Él ya ha hecho todo por medio de la muerte, el entierro y la resurrección del Señor Jesucristo. ¡Dios te quiere bendecido mucho más de lo que tú quieres estarlo!
Si hoy no estás lleno de Dios, eres tú el que lo ha decidido. Aunque tú puedas desear intensamente permanecer lleno de Dios, has tomado decisiones que te han impedido recibir y manifestar Su amor, gozo, paz, sanidad, prosperidad, u otras bendiciones. Sin embargo, hay buenas noticias: la Palabra de Dios nos muestra cuatro cosas que podemos hacer para arreglar nuestro receptor.